jueves, 3 de marzo de 2016

Argumento



Parece que hoy en día sólo se le da importancia al argumento. Una película sólo es buena si tiene un buen argumento, es decir, si el guión tiene quince giros tramposos. En caso contrario, es mala o aburrida. La consecuencia de esto es que ahora se escriben y se ruedan finales con historias pegadas antes, como Sospechosos habituales, película que escupe en la cara al espectador en los últimos dos minutos, pero que tiene un 8'6/10 en IMDB. Por otra parte, las historias sencillas, sobrias, adultas y bien construidas no se aprecian como deberían, como le acaba de pasar al Firewatch, gran juego al que le achacan un final anticlimático. Qué culpa tendrán los desarrolladores de que la vida sea, por lo general, anticlimática.


La realidad es que si una película es buena, lo es independientemente de la trama, y si es mala, también. Lo mismo pasa con los libros. En La biblioteca de Babel, de hecho, no pasa prácticamente nada. El cuento es la explicación de una idea brillante, la de una biblioteca que contiene todos los libros escritos y por escribir. En ella están absolutamente todas las infinitas combinaciones posibles de caracteres, ordenados en libros y colocados en estanterías. Eso incluye la conversación de ascensor que he tenido hoy por la mañana, una transcripción exacta de todos los discursos de investidura de todos los presidentes habidos y por haber en la democracia , e incluso lo que estoy tecleando ahora mismo.









Y además de ser una idea brillante, es, ahora, real. Un escritor y programador ha creado una biblioteca de Babel online aquí. No tiene trampas ni trucos, todas las posibles combinaciones de 23 carácteres están agrupadas en 410 páginas, reunidas a su vez en 104677  libros. Esto hace que ahora la cura contra el cáncer sea algo concreto, una probabilidad matemática, un número, escondido entre los otros 104677  .

Antes he dicho que la trama no es importante para una historia, y es así porque porque lo interesante es sacar cosas del argumento. Y la potencia que tienen ideas como La biblioteca de Babel es infinita. El otro día, jugando al billar, un amigo me decía "Si este juego se jugara con ideas, yo ganaría siempre". Es verdad. Pero lo importante, en las historias y en la cura del cáncer, es sacarla, y en la vida, al igual que en el billar, meterla. El caso es hacer algo, porque las palabras y las ideas, hasta que no se materializan, siguen siendo solo historias perdidas en la biblioteca de Babel.

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