miércoles, 4 de febrero de 2015

Whiplash // Nightcrawler


Damen Chazelle presentó en 2013 un corto sobre un batería de jazz y su estricto profesor en el conservatorio. A partir de idea, de unos 13 minutos de duración, rodó este largometraje, titulado Whiplash, y protagonizado por Miles Teller, que resulta ser uno de los amigos de Tris en la desastrosa "Divergente". Afortunadamente, aquí el chico hace un papel mucho mas digno.


Junto con J.K. Simmons conforman la pareja principal de la película, al estilo del sargento de artillería Hartman y el recluta patoso ("La chaqueta metálica", 1987). Aquí no hay donuts de por medio, pero a efectos es casi lo mismo. Solo que, ésta vez, el recluta es de todo menos patoso, y, de hecho, se toma bastante en serio el mundo de la batería.

Y ésta es la gracia de la película. Lo normal es pensar que un batería de jazz no da para una película, mucho menos para una nominada al Oscar, pero Andrew lleva su afición a tal extremo que la convierte en paranoia. Planos de sangre, sudor y lágrimas se repiten a lo largo de la película, empujando un poquito más al abismo a Andrew. Bordeando la línea entre alumno aventajado y genio loco, cae en una espiral descendente de exigencia, acompañada por los golpes de batería de Charlie Parker y Buddy Rich.

"El rock es una piscina, el jazz es todo un océano", decía Carlos Santana. Yo siempre me ahogo en ese océano, y me considero incapaz de comprender el jazz, pero "Whiplash" consiguió despertar mi interés sobre el género. Fué solo durante la duración del metraje, unas dos horas, pero nadé por primera vez en el océano del jazz. Aunque fuera con manguitos.

La única mancha que tiene esta película, el único obstáculo que le impide pasar a ser una de las grandes del cine, es su conclusión ilógica y estereotípica. Andrew está obsesionado con el éxito, ciego a la realidad, al igual que todos los que se centran en algo y se olvidan de vivir, sea ese algo el trabajo, los estudios, o levantarse a la vecina del quinto. Andrew cae cada vez más hondo en el agujero de su propio ego hasta que, deus ex machina, le invitan a un concierto, se marca un solo de batería que ni Dave Lombardo y se acaba la película. Pues vaya. Musicalmente es espectacular, y artísticamente también, pero mientras ruedan los créditos por la pantalla uno no puede evitar sentirse algo decepcionado. La vida no es así, el espectador lo sabe y Chazelle también... pero esto es Hollywood. (4/5)

  • "There are no two words in the English language more harmful than good job" Terrence Fletcher


Además de Whiplash, también he visto Nightcrawler, dirigida por Dan Gilroy e interpretada por Jake Gyllenhaal. Otro director novato y otra buena película, pero esta tiene menos tela que cortar. Buena interpretacion de Gyllenhaal, como siempre (Donnie Darko, Zodiac, Prisoners), el papel de rarito le viene como anillo al dedo. La película es una crítica a la falta de moral de los medios de comunicación, pero tampoco puedo decir nada de esto que no sepamos ya. El dinero manda, y si lo ve gente, hay dinero, así que el protagonista se dedica a grabar lo mas sucio y morboso de la noche de L.A para luego vendérselo a las cadenas de televisión. Retorcida, oscura, bien dirigida y fantásticamente interpretada. (3.5/5)
  •  "Pero recuerden que jamás les pediría algo que yo no haría" Lou Bloom

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