miércoles, 28 de octubre de 2015

Perspectiva (¿III?)



Hay que ver lo que cambia el mundo en tres días. Ahora resulta que las hamburguesas dan cáncer y que Rossi es el bueno de la película. Hay medio millón de firmas a favor de retirar la sanción a Valentino y media Italia (incluido, curiosamente, Marquitos el Amable, del que ya escribí algo por aquí) está haciendo piña para apoyar al que es probablemente el mejor piloto de la historia del motociclismo.

Siempre me ha llamado la atención la tribu urbana de los "emos". Estos individuos, aparte de tener más vicio a la atención que Lindsay Lohan a la cocaína, son incapaces de observar su propia situación desde un punto de vista objetivo. Absolutamente ninguna de las personas que visten de negro, se peinan con flequillo y van todos los días a Plaza España admitirá que pertenece al grupo de tontainas que hacen exactamente lo mismo. De hecho, los grupos de emos hacen burla de la misma tribu urbana a la que inconscientemente pertenecen. Por lo menos Lindsay Lohan reconoce que es una yonki.

Por otra parte, existe un fenómeno muy curioso llamado sesgo de confirmación que nos afecta a todos en mayor o menor medida. Este fenómeno consiste en que creemos lo que nos conviene, ni más ni menos. Si alguien quiere convencerse de que el atentado del 11-S lo provocó el gobierno de los EEUU, va a tomar cualquier hipótesis o indicio que apoye su creencia como válido, y será mas propenso a rechazar evidencias, incluso inconscientemente. Por eso hay gente que lee el horóscopo, discute sobre si Mayweather ganó de verdad a Pacquiao y firma peticiones para que no sancionen a Valentino Rossi.

A lo mejor los españoles son incapaces de ver la evidente provoación de Márquez, o a lo mejor los italianos son unos gregarios y no les da la gana de aceptar que Valentino quiso tirar al suelo a Márquez. O, mejor aún, puede que Javier Alonso, director de carrera de MotoGP, no quisiera sancionar a Rossi porque estuvo cenando con él el sábado, Márquez quisiera tocarle los cojones a Rossi por bocazas, y Vale, que sabe más por viejo que por diablo, aprovechara la situación, a sabiendas de que sólo es el cuarto mejor piloto de la parrilla ahora mismo y de que los mandamases se iban a lavar las manos con el asunto, porque matar el campeonato a falta de una carrera es perder dinero y, con todo el circo que hay montado, se tienen que estar montando en el dólar.

O quizá esto es como los exámenes y hay una opción d):"Ninguna de las anteriores". Supongo que, en el fondo, es todo cuestión de perspectiva. Mientras lo pienso voy a tender la ropa negra, que este finde toca botellón en Plaza.

domingo, 25 de octubre de 2015

Cuando los campeones no quieren ser Séneca (II)



Todavía me acuerdo de cuando Rossi ganó su noveno mundial. Salió al podio con una camiseta que ponía "Gallina vecchia fa buen brodo" y un huevo con el número 9. Hoy, seis años después, en el mismo circuito y en la misma posición, ha vuelto a subir al podio. Sin la camiseta y sin el huevo, pero con unas gafas de sol la mar de chulas y una sonrisa de oreja a oreja. Minutos antes, en medio de una pelea preciosa, había provocado a Marc Márquez para que intentara adelantarle, y, cuando el catalán se tiró al exterior, Rossi bajó la velocidad, tanteó, le miró dos veces, y le soltó una coz que mandó al español al suelo.

Es incluso más sucio y antideportivo que las provocaciones de Materazzi y Spike Lee, pero, al fin y al cabo, lo que hablan son los resultados, y Rossi es líder del mundial, Materazzi campeón del mundo, y los Knicks, pese a perder aquel partido en el Madison, acabaron ganando la serie. Y estos casos, lejos de ser excepciones, son más bien la norma.

Michael Schumacher, siete veces campeón de F1, es conocido por ser uno de los pilotos más sucios de su época. Por ejemplo, en 2006, al terminar su vuelta de clasificación, dejó el Ferrari aparcado en la Rascasse de Mónaco, el circuito más estrecho del campeonato, impidiendo que el coche que venía detrás haciendo vuelta pudiera acabara. Este coche era el de Fernando Alonso, su principal competidor por el mundial.


 Saliendo de la F1, el Barcelona de Guardiola será recordado siempre como uno de los equipos más dominadores de la historia del fútbol. Acaparando cerca del 70% de la posesión en casi todos los partidos, era cuestión de tiempo que la calidad individual de Messi, Iniesta o Xavi rompiera el cerrojazo de los equipos rivales, que no tenían otra manera de jugar contra el Barça, pues intentar quitarles la posesión era un suicidio. Aparte de sus méritos en el campo, tampoco se libran de las polémicas arbitrales y los gestos feos que aparecían puntualmente cuando, al igual que Zidane, se quitaban la careta de Séneca


Pasando una vez más al baloncesto;sólo hay un equipo en la historia de la NBA que consiguió parar a los Bulls de Jordan, y no fueron ni los Celtics de Bird, ni los Lakers de Magic, ni los Blazers de Petrovix y Drexler, ni los Jazz de Malone y Stockton. Fueron los Bad Boys, los Detroit Pistons de Isiah Thomas, Bill Laimbeer y Joe Dumars. Y no eliminaron a los Bulls una única vez, sino tres consecutivas. Los Bad Boys son el equipo más sucio que ha visto este deporte. Codazos, agarrones, peleas, todo lo que hoy en día serían agresiones y faltas antideportivas en toda regla eran el pan de cada día cuando los equipos iban a jugar a Auburn Hills. El odio tan intenso que creó este equipo entre los rivales hizo que los miembros del Dream Team boicotearan al capitán, Isiah Thomas. El equipo técnico le seleccionó para que fuera a jugar el mundial, pero el resto de jugadores no quiso compartir vestuario con el líder de los Pistons.


Se suele decir que para ser el mejor hay que, además de ser bueno, tener algo de suerte. Yo creo que no. Los mejores entienden que, para ser los primeros, hay alguien que tiene que ser segundo, y si ser el mejor implica pisotear al resto, no dudan un segundo en imponer su ley sobre la de los demás. Puede que sea inmoral, pero los campeones solo piensan en términos de ganar y perder. El fin justifica los medios. Por eso Rossi estaba tan feliz en el tercer escalón del podio. Tendrá que salir último en la única carrera que falta, pero de momento es líder y, lo más importante, ya ha demostrado que es capaz de hacer lo que sea para alcanzar su décimo titulo. Sabe que ya no es el más rápido y, si no es capaz de ganar sobre la moto, lo hará fuera de ella. El toquecito con la pierna no es más que una treta psicológica, un anzuelo. Veremos si Lorenzo pica. Gallina vecchia...

Ira (I)



Alemania, 2006, final del mundial de fútbol, minuto 108. Por un lado estaba Italia, mezcla de fútbol e instinto de supervivencia, y por el otro Francia, con Ribéry, Henry, Trezeguet, y, sobretodo, el capitán, Zinedine Zidane, posiblemente el mejor jugador de la década. Con 33 años, había decidido retirarse del fútbol después de este mundial del que estaba siendo, sin duda, el mejor jugador.

Séneca dice, en sus tres libros sobre la ira, que hay que reprimirla a toda costa, pues es el peor sentimiento de todos los que puede experimentar el hombre, y sólo le puede traer desgracias, al no estar vinculada a la razón. Probablemente esto es lo que estuvo pensando Zidane durante los 108 minutos de partido anteriores al error más grave de su carrera. Hasta ese momento, Francia había dominado completamente el partido y las únicas esperanzas de Italia se encontraban en un contraataque, en la bota de Pirlo a balón parado para darles un gol (así ganaron las semifinales contra Alemania) o en los penaltis, para lo que aún les quedaban 12 largos minutos.

Hasta que apareció un tío mas listo que Zidane, y que Séneca. Materazzi es ese cabrón contra el que nadie quiere jugar y, a la vez, es el tío al que quieres en tu equipo. Patadas a la espinilla, empujones, broncas, todo vale para sacar de quicio al rival, y en este caso optó por poner a la familia de Zizou al completo en la esquina más mugrienta del polígono mas sucio que se le ocurrió en ese momento. A Zidane, entonces, se le acabaron las ganas de ser Séneca y remató de cabeza la caja torácica de Marquitos el amable.

Un amigo me dijo una vez:"Tío, ni aunque me digan que mi madre es la más grande de las putas, a mi nunca se me ocurriría darle un cabezazo en medio de una final de un mundial delante de millones de personas". Aparte de lo fácil que es decir esto en una conversación normal y corriente, hay un factor que mi amigo no está teniendo en cuenta, y es que el cabezazo fue tan mérito de Materazzi como demérito de Zidane, porque Materazzi sabía que Zidane quería ser Séneca, y también sabía que Séneca se equivocaba.


Vamos a cambiar de deporte por un segundo. Nueva York, 1993, semifinales de la NBA, final de la conferencia este, quinto partido. Por un lado estaban los Knicks en uno de los mejores momentos de su historia, con el segundo mejor tirador del momento, John Starks, y uno de los "7 pies" más talentosos que ha visto el baloncesto jugando en el poste, el gran Patrick Ewing, capaz de anotar incluso desde el perímetro, algo inusual para un hombre tan alto. 11 veces All Star, miembro del Dream Team, y venía de promediar 25 puntos y 13 rebotes por partido.

Por el otro lado, los Indiana Pacers, empujados por el mejor tirador de la década, Reggie Miller. Aunque tenía una mecánica poco ortodoxa, dejarle medio metro de espacio era concederle un tiro fácil. Miller era especialmente letal al contraataque, donde podía pararse en seco en la línea de tres y anotar en vez de acabar con una bandeja fácil o un mate.

En este quinto partido, la serie estaba empatada 2 a 2, y quien ganara el partido se colocaría solo a una victoria de llegar a las finales. Llegado el último cuarto, Reggie Miller no había jugado bien. Estaba inusualmente fallón en el tiro, y la diferencia de puntos subía a los doce. Cuando uno ve un partido de los Knicks, lo primero que le llama la atención es un sujeto que se sienta al lado del banquillo local, vestido de arriba abajo con los colores del equipo, levantándose continuamente, comiéndole la oreja al árbitro y celebrando cada canasta como si le hubiera tocado la lotería. Ese tío es el mediocre cineasta Spike Lee que, como de costumbre, aprovechó la situación y empezó a incordiar a Miller. Reggie Miller podría haberse autoexpulsado dándole un balonazo en las gafas a Spike Lee, y hubiera quedado como otra anécdota fea, pero comprensible, en el mundo del deporte. Pero Reggie está hecho de otra pasta. En vez de perder la cabeza, fué capaz de canalizar su ira para concentrarse en el juego, y empezó a anotar una canasta detrás de otra, con la motivación de cerrarle la boca a los miles de aficionados que estaban viendo el partido en el Madison en general, y a uno en particular. Después de un parcial de 14-0, a Spike se le quitaron las ganas de tocarle los cojones a Reggie Miller, y tanto los aficionados como los jugadores empezaron a tenerle miedo a los Pacers, que acabaron ganando el partido. Al día siguiente, Spike Lee fué portada de todos los periódicos neoyorquinos y se le señaló como principal culpable de la derrota de su equipo.



Uno puede hacer como que no está enfadado, hasta cierto punto. Si doblas mucho una barra, se rompe, y si pinchas lo suficiente a Séneca, acaba explotando. Zidane podía haber elegido usar toda su rabia para emplearse el triple en el juego, como hizo Miller, pero eligió renegar de sus sentimientos. Materazzi sabía lo que estaba haciendo mejor que Zizou, y, en cuanto el francés empezó a responder al italiano, antes del cabezazo incluso, el mundo entero supo que Francia ya había perdido el partido. Sin su capitán, organizador y mejor jugador, los franceses fueron incapaces de romper el catenaccio italiano, y en la guerra psicológica de los penaltis Francia llevaba las de perder desde aquel minuto 108. Inmediatamente después de que Materazzi anotara su penalti lanzó Trezeguet, que no fué capaz de convertir, mientras Zidane miraba desde la banda.

Después de una trayectoria impoluta, después de ser un símbolo de elegancia, Zidane siempre será recordado porque, en su último partido, tuvo un momento en el que no pudo ser Séneca. Le hubiera ido mejor si no lo hubiera intentado.

viernes, 25 de septiembre de 2015

El ciego



"La he liao parda" podrían haber sido las palabras del mandamás de Volkswagen después de que les pillaran haciendo el truco del almendruco, pero optó por un directo "La hemos cagado". Ya te digo.

No creo que haga falta explicar de qué va el tema a estas alturas, así que voy a ir directamente al grano; hay unas cuantas cosas que no me cuadran en este asunto, empezando por el simple hecho de que este sistema para falsear las emisiones se haya instalado, y no sólo en algunos, sino en casi todos los motores de los coches de la compañía. ¿Cómo es posible que, en una empresa tan grande en el mundo de la automoción, se haya dado el visto bueno a una idea tan estúpida? ¿Nadie se había planteado que era posible llegar a esta situación?

Ya me cuesta creer que esta gente sea tan tonta, pero vamos a suponer que se acepta la idea y se empieza a producir el motor trucado. Este motor, usando datos falseados, tiene que estar muy por encima de los motores de la competencia. ¿Cómo es posible, entonces, que las compañías rivales no se dieran cuenta del truco?

En mayo de 2005, la escudería BAR-Honda fue penalizada por llevar un depósito extra de gasolina. En 2006, la FIA no tardó ni medio año en prohibir el mass damper de Renault. En la última parte del campeonato de 2009, Brawn GP había perdido casi toda su ventaja porque el doble difusor había sido copiado por el resto de equipos. En 2012 ya estaba prohibido usar el escape soplado con el que el Red Bull RB7 dominó la temporada anterior. Si todas estas cosas se detectan tan rápidamente en una competición como la Fórmula 1, donde los entresijos de los coches se ocultan a las cámaras porque hasta el mínimo detalle marca la diferencia, ¿por qué no se ha levantado toda esta mentira antes? De hecho, ni siquiera es necesario ir a la Fórmula 1 a por ejemplos. El sistema common-rail fué inventado por Fiat en 1997, y ya lo incorporan todas las marcas desde hace muchos años. El VTEC de Honda, "de ensueño" según el ingeniero japonés que lo diseñó en 1989, también ha sido copiado por todo el mundo y ahora toma el nombre de VANOS en BMW y VVTI en Toyota, por poner dos ejemplos.

Todo esto me suena mucho a esa parte del Lazarillo de Tormes donde el ciego acuerda con el Lazarillo comer unas cuantas uvas de una en una. El ciego, pasado un rato, empieza a comérselas de dos en dos y el Lazarillo, aprovechándose de la situación, las coge de tres en tres. El ciego, que de tonto no tenía nada, se acabó dando cuenta. "Si no se queja es porque tiene que estar cogiendo más que yo", debió pensar, y eso es lo que pienso yo también. A lo mejor soy un loco, pero no veo tan lejana la posibilidad de que el resto de marcas, al ver el truquito de Volkswagen, decidieran callarse y copiarlo, y en realidad todo el rollo de los coches más ecológicos y menos contaminantes no sea más que una campaña de márketing gigantesca y una gran mentira, y cuando no están siendo medidos todos contaminan lo mismo que el tractor Barreiros viejo de mi abuelo. El tiempo dirá, pero mientras tanto yo lo dejo escrito. Recuerden, lo leyeron aquí primero.

domingo, 5 de julio de 2015

Misantropía

¿A quién salvarías antes, a tu perro o a un desconocido?. La respuesta, para mi, es evidente, y creo que cualquier humano valoraría más la vida de una persona que la de un animal. Pues al parecer estoy equivocado, y por mucho además. Atención al documento gráfico.


En el eje horizontal tenemos "Turista extranjero", "Desconocido de tu pueblo", "Primo lejano", "Mejor amigo", "Abuelo" y "Hermano". La línea azul simboliza la gente que preferiría salvar un perro cualquiera en lugar de las opciones del eje horizontal, y la roja representa exactamente lo mismo, solo que, en lugar de tratarse de un perro cualquiera, se trata del perro del encuestado.

No sé ni por donde empezar. De cada cinco personas con mascota, dos elegirían matar a un extranjero por salvar la vida de su perro. Más de un 10% de los encuestados matarían a un conciudadano por salvar un perro. Ya no estamos hablando de su perro (que sería igualmente preocupante, pero bueno), estamos hablando de un perro cualquiera. Por no hablar de la gente que mataría a su propio hermano con tal de salvar a su perro.

No sé que tipo de carencias afectivas y morales tienen estas personas, no entiendo cómo se puede valorar la vida de un animal por encima de la de una persona. El egoísmo humano está llegando a límites preocupantes, y la empatía de la que hablaba Rousseau parece ahora una locura. "Pero mi perro es como mi familia", dirá alguno. Todo esto es tan surrealista que francamente no sé ni que decir. Aquí hay un enlace a un blog en el que un hombre reflexiona un poco más sobre una cuestión bastante parecida a esta. Mientras pienso si merece la pena escribir algo más sobre este tema, que se estén tranquilos todos los que me matarían, a mi y a toda mi familia, por salvar a su perro, que yo jamás tendría la poca humanidad de hacer lo mismo en su lugar.

lunes, 29 de junio de 2015

808's & Heartbreak


En 2007, Kanye West ya era un reputado productor, gracias a sus colaboraciones con Jay-Z (I.Z.Z.O, Lucifer), pero no se terminaba de adaptar a su éxito como rapero, que consolidó en el Graduation. Se peleaba día tras día con la prensa y los medios de comunicación, y no mucho después de lanzar el disco falleció su madre Donda West. Pocos meses después terminó su relación de algo más de cinco años con Alexis Phifer. Con estos precedentes, se encerró a finales de 2008 en un estudio en Honolulu con No I.D (que, por cierto, produce gran parte del nuevo disco de Vince Staples, Summertime 06, del que ya habrá tiempo para hablar), Mike Dean, una caja de ritmos Roland TR-808 y un Auto-tune. De ahí salió, en tres semanas, 808's & Heartbreak.

El 808's de Kanye es a la música moderna como Seven al thriller policíaco. Y lo bonito del disco es lo devastador emocionalmente y, a la vez, técnicamente simple que es. Los ritmos, desde la primera pista hasta la última, suenan amplios, espaciosos, como si Kanye quisiera hacernos sentir solos en medio de una habitación vacía. Los golpes de percusión tribal, como por ejemplo en Amazing, dan originalidad y variedad a muchas de las canciones del disco. Esto, junto con el buen uso del Auto-tune, genera una sensación de vacío, desesperación, soledad, complementada con la robótica voz de Kanye, a medio camino entre un dron descorazonado y un cantante de R&B del futuro.



Kanye nunca me ha parecido especialmente bueno como rapero, pero como artista es espectacular, y las letras en este disco le brotan del alma. Por ejemplo, en Heartless, los acordes menores junto con el estribillo ("In the night I hear them talk//The coldest story ever told//Somewhere far along this road//He lost his soul//To a woman so heartless"), apoyado por los golpes del piano y los coros modulados del propio Kanye, hacen que la música se sienta sincera, sentida, profunda, no como un disco de R&B cualquiera al que meten un par de singles entre medias para llegar a la radio. Las pocas colaboraciones del disco también encajan perfectamente en la estructura general del mismo, desde Kid Cudi en Welcome to Heartbreak a Lil' Wayne, el rapero más en forma en ese momento (venía de lanzar el Carter III, su mejor álbum de estudio, ese mismo año), en See You in My Nightmares.

Desde que salió este 808's, el mundo de la música moderna ha cambiado por completo. El Auto-tune es el pan nuestro de cada día (no tan bien empleado como aquí), y estoy hasta el gorro de oir los hihats del 808 en todas las canciones de hip-hop (e incluso de pop). Cientos de artistas, de hecho, han lanzado su carrera copiando, en mayor o menor medida, el sonido de este disco (Drake, The Weeknd, el propio Kid Cudi...). Para muchos el álbum fue un fracaso, un desvío en la carrera de rapero de Kanye, que retomó dos años después en el genial My Beautiful Twisted Fantasy. A mí me parece que el arte es, en gran parte, plasmar los sentimientos del artista, ya sea en un lienzo, en una pantalla, o en un disco. Y Kanye cogió su situación personal, su corazón, lo tiró en una mesa de mezclas, rompiendo los moldes del R&B y el hip-hop hasta entonces, y, bajo presión, sacó el diamante en bruto que es el 808's & Heartbreak.


*Por aquí pongo un enlace a Rapgenius, donde están las letras de todas las canciones junto con anotaciones explicando su significado.

miércoles, 24 de junio de 2015

el bixo


Cuando uno está de vacaciones tiene tiempo hasta de pasarse por las páginas de los periódicos nacionales, y he encontrado esta noticia: "Aumentan los casos de VIH entre hombres que tienen sexo con otros hombres". Curioso, por cierto, que en lugar de palabras como "homosexuales" o "gays" en el titular aparezca otra oración entera ("hombres que tienen sexo con otros hombres"). Antes de meterme directamente al tema de la noticia voy a dar marcha atrás para contextualizar estos datos.

Alrededor de finales de abril de este año hubo bastante polémica porque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se lavó las manos respecto a prohibir a los homosexuales donar sangre. La mayoría de los medios de comunicación publicaron titulares haciendo entender que desde Bruselas se había negado a los gays donar sangre, cuando, por lo que yo he entendido, no es exactamente así. La situación es que en Francia, un médico rechazó la donación de sangre de un homosexual, basándose en la ley francesa, que se lo permite. El donante denunció esta ley al Tribunal de Justicia, y éstos decidieron no meterse en el tema. No sé hasta qué punto quedan perjudicados estos justicieros si contradicen a Francia, pero de un tribunal europeo se espera un poco más de decisión y coherencia respecto a una ley tan estúpida, que puede que lleve vigente desde principios del S.XX (de estas los americanos tienen unas cuantas).

Esto generó un gran descontento entre la comunidad gay (evidentemente), y se pidió que el tribunal europeo retirara la ley. El hecho de que se pueda evadir muy fácilmente (si un gay dice que no lo es, ¿cómo pueden darse cuenta entonces?) y que tome a los gays por irresponsables (¿cómo va a ir a donar sangre alguien que pueda tener el VIH?) la hace bastante ilógica, pero los datos dicen otra cosa.

En muchos foros de internet se pueden ver quedadas entre gays para pasarse "el bixo". "El bixo" es el VIH, y muchos deciden contraerlo voluntariamente para no vivir con la duda. Si pensamos que este es el colectivo al que los franceses pueden negar la donación de sangre, la ley empieza a parecer menos radical. Si además resulta que los homosexuales son el único colectivo en el que no sólo no ha bajado, sino que ha subido la cantidad de infectados, esto se vuelve un problema, sobretodo viendo cómo los días del orgullo gay son desfiles protagonizados por sujetos extravagantes que , lejos de representar a las personas gays como gente normal y corriente, que es lo que son, los hacen ver como unas locas, como gente irresponsable incapaz de hacer algo medianamente serio como, por ejemplo, donar sangre.

La aceptación de la homosexualidad es algo muy reciente y sólo necesita tiempo para que la sociedad la asimile por completo. Los problemas legislativos como la donación de sangre serán historia en veinte o treinta años, pero hoy por hoy los gays tienen camino por recorrer, y "el bixo" es un bache en el camino. Los gays, no como personas individuales, sino como colectivo, deberían centrarse en dar una imagen más seria de cara al mundo, y reducir el número de infectados por el VIH sería un buen paso adelante. Las leyes que no les permiten donar sangre son estúpidas, pero, con los datos en la mano, cualquiera diría que los propios afectados no hacen nada por evitarlas.



miércoles, 17 de junio de 2015

Straight // Wolfenstein:TOB


Normalmente escribo sobre las películas malas, porque de las buenas no hay nada que decir que no esté cien veces repetido ya. No voy a ser yo el primero que diga que La lista de Schindler es una obra maestra, por ejemplo, pero sí que es mas interesante explicar por qué V de Vendetta sólo es buena película para los anarquistas de sillón que hay en Twitter.

Ya habrá tiempo de tratar el tema de V de Vendetta, pero hoy vengo a romper la regla. Son, al momento de escribir esto, las 2:30 AM , y hace unas dos horas había pensado ver una película de las pendientes que tengo para pasar el rato hasta las 3, que empieza el sexto partido de las finales de la NBA. Una historia verdadera. Esa mismo, me dije, y le di al play sin pensármelo mucho.

Qué gran película. Seguramente no me hubiera impactado tanto si no fuera porque no tenía muchas expectativas puestas en ella, pero qué gran película. En clara línea ascendente, todo lo que no queda claro desde el principio, las cosas que no nos encajan, los interrogantes sobre la vida del protagonsita, se clarifican con el paso del tiempo al igual que, teniendo próxima su muerte, Alvin Straight ve con claridad la vida y decide abandonar su orgullo, redimirse, reconciliarse con su pasado montado en un cortacésped John Deere. Un camino que, irónicamente, sólo un señor octogenario con dificultad incluso para mantenerse en pie puede recorrer. Sencilla en su propuesta pero profunda en su significado, ojalá todas las películas de Lynch fueran así (pero no).

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Como estamos en fechas del E3 y he terminado los exámenes, he tenido tiempo de terminar el Wolfenstein: The Old Blood, lanzado este 2015, pero precursor, en la línea temporal del juego, del Wolfenstein: The New Order de 2014, para mí uno de los juegos del pasado año. ¿Es, entonces, este Old Blood superior a su predecesor? Pues no.

TOB está pensado como una expansión del juego original, y no funciona del todo bien como juego por sí solo. Aunque las mecánicas jugables siguen estando ahí (los tipos de armas, el sistema de coberturas, el manejo del juego), tienden a repetirse mucho más que en su predecesor, y no traen ninguna mejora significativa. Además la historia es muy simplona, prácticamente una excusa para ponernos a pegar tiros, y dura solo cerca de seis o siete horas. El motor gráfico, por otra parte, es el "id Tech 5", que lleva siendo una broma de mal gusto desde el Rage (2011). El popping es calamitoso en algunas fases del juego.

A pesar de todo esto, me parece bastante bueno. ¿Por que?, pues porque es casi tan divertido como The New Order, y con un "casi", en este caso, basta y sobra. No tenemos los grandes escenarios y momentos de su precursor (el nivel en el que B.J va a la luna es colosal), los personajes aparecen y desaparecen sin tener mucha trascendencia y se han empeñado en meter zombis no se sabe muy bien por qué, pero el diseño de niveles sigue siendo muy bueno, la ambientación es fantástica, y, en general, sigue siendo un Wolfenstein muy bien hecho. Como juego por sí solo se queda corto (además literalmente), pero como expansión de The New Order cumple sobradamente.



martes, 9 de junio de 2015

Aliens

El texto que hay abajo lo redacté ayer , lo tenía guardado en borradores y no pensaba publicarlo, más bien lo escribí por el gusto de hacerlo (que, por otra parte, es la única manera de escribir), pero ha dado la casualidad de que hoy, en el examen de selectividad de inglés, el tema del texto era precisamente la posible existencia de los aliens. Sólo por la coincidencia merece la pena publicar el texto. Cuando acabe todos los exámenes a lo mejor transcribo (más o menos) la redacción que he hecho en el examen de lengua de selectividad, y el comentario sobre el libro de Javier Marías, Vidas escritas. Mañana me toca a mí escribir el trabajo de las vidas de gente como Kepler, Newton, Maxwell o Gauss, así que de momento me limito a publicar el artículo dedicado al chico de los ovnis.
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Navegando por internet he encontrado este vídeo, en el que un chico afirma que existen los ovnis, y, además (esto es lo interesante), aporta una serie de argumentos bastante curiosos para defender su posición. No voy a hacer comentarios jocosos sobre la opinión del chaval (eso ya lo hice en otra ocasión), en parte porque realmente no podemos negar que existan los ovnis, y en parte porque los argumentos que usa son muy divertidos. Vamos a ello.

El vídeo empieza fuerte. En los primeros treinta segundos parece que nos trata como seres inferiores, desposeídos de la capacidad de ver la evidencia ("Los ovnis para muchos de vosotros son como leyendas(...), pero no, son muy ciertos, y existen"), incluso se jacta de haber sido el creador de los argumentos que va a exponer ("Razones hechas por mí"). Acto seguido, pasa a exponer estos argumentos, que son, curiosamente, cinco.

Argumento 1. Hay millones de imágenes de ovnis en internet. Con que sólo una de ellas fuera cierta, los ovnis también lo serían.

Contraargumento: Aunque lo que dice es cierto, aún tenemos que encontrar un documento audiovisual que, empíricamente, nos demuestre que los ovnis existen. Hasta que se encuentre, ese hipotético documento es una probabilidad, y, por tanto, no podemos afirmar rotundamente que los ovnis existan, simplemente podemos poner en duda su no-existencia.

Argumento 2. Hace miles de años, los primeros homo sapiens pintaban en sus cuevas ovnis. Por tanto, han debido de existir también en un tiempo pasado, y esto prueba su existencia.

Contraargumento: Aparte de que me parece dudoso que en las pinturas rupestres aparecieran ovnis, también podrían haber pintado un unicornio, o un hombre-pájaro. Que esté dibujado no significa que sea una realidad (menos tratándose de seres casi prehistóricos), bien podría ser producto de la imaginación.

Argumento 3. Existe la palabra ovni, y todo el mundo tiene la idea de que un ovni es un platillo volante. Esto tiene que ser porque se ha tenido contacto con extraterrestres en platillos volantes. (¿A qué me suena esto?)

Contraargumento: También existe la palabra y la imagen mental para una quimera, por ejemplo, y se trata de un animal mitológico. En caso de tanto las quimeras como los ovnis existan en el mundo real, no se han dado en la experiencia, por tanto se puede cuestionar su existencia, pero no afirmarla.

Argumento 4: El universo es infinito en extensión, por tanto los ovnis tienen que estar, por probabilidad, en algún lugar del universo.

Contraargumento: El universo es infinito en espacio, pero no en tiempo. En caso de que en algún lugar del universo haya condiciones idóneas para la vida, no podemos saber si esos seres inteligentes están en un estado de mayor o menor avance tecnológico que nosotros. Una vez más, no es completamente imposible que estos seres existan, pero todavía no tenemos certeza. Hasta que la tengamos, estos supuestos seres más avanzados son conjeturas, posibilidades.

Argumento 5: Hay un montón de programas sobre ovnis que tienen mucha información sobre el tema, y, además, mucha audiencia. Por tanto, los ovnis tienen que existir (Este es de mis favoritos)

Contraargumento: Este argumento son más bien dos, una parte que es una repetición del argumento 1, y otra que es prácticamente una manera de formular el argumento de autoridad (Si lo ve mucha gente, y hay tantos programas, no puede ser que todo sea mentira). Esto, evidentemente, es falaz, y tampoco demuestra la existencia de los ovnis.

Después de esto, el chico acaba el vídeo de la mejor manera posible, bailando sobre la línea que separa la realidad absurda de la autoparodia. "Espero que os haya* convencido y...en serio, existen. Yo mismo vi uno."

Este chico es el perfecto ejemplo de por qué no deberíamos de retirar la filosofía en los institutos. La argumentación y la lógica son los principios de la filosofía y, si uno comprende a los filósofos, es capaz de replicar los procesos lógicos que siguió el pensador original al exponer una idea. O, al menos, de identificarlos, porque este chico ha defendido la existencia de los ovnis de una manera muy parecida a cómo los filósofos medievales defendían la existencia de Dios. Luego la gente se pregunta por qué tiene que estudiar a Tomás de Aquino.



sábado, 30 de mayo de 2015

El otro francotirador


Me gusta la literatura, y de vez en cuando echo un vistazo a las listas de libros más vendidos para ir tomando nota de alguno que me llame la atención. Mirando el otro día qué había por Amazon, me encontré con este libro, del que me llamó la atención el título, que podría estar sacado de cualquier cuenta de Twitter de frases "ingeniosas". Y, al parecer, no ando tan desviado.

Resulta que este libro no es un diario en el sentido estricto de la palabra (menos mal), sino que es un poemario. Aunque el autor lo define como "Una vida entera exprimida y colada en un año con sus cuatro estaciones: La caída del otoño y su golpe, la hipotermia del invierno y su abrigo, el deshielo, la ilusión y la alergia de la primavera y el verano y su desapego". Pues vale.

Pese a mis cinco dioptrías por ojo, y gracias a mi excepcional perspicacia, he sido capaz de ver que en la portada aparece tachado el nombre "Rayden". Busqué ese nombre en google, y aquí es donde empezó de verdad la sorpresa.

Resulta que este tipo es un rapero, pero no de los de los relojes de diamantes y las cadenas de oro. El rap en español está plagado de niños que inflan la voz para parecer más malotes y que a duras penas son capaces de seguir el ritmo de una canción a la vez que rapean. Además, de vez en cuando hablan sobre ser "de la calle" y cosas así, pero canta a la legua que las sesiones de estudio y la publicidad se las pagaron papá y mamá. Yo esperaba encontrarme algo de este estilo, pero nada más lejos de la realidad. Este tipo hace rap para quinceañeras. Así de simple.

Es un tipo de música que no había oído nunca, pero me ha dejado bastante sorprendido. Sus canciones son casi enteramente frases lapidarias empalagosas, azucaradas hasta el empacho, el tipo de rimas que uno esperaría encontrar en un twitter que se llamara "frases bonitas", o algo así. El propio nombre del libro funciona como ejemplo, pero si al lector no le basta (y tiene a mano un poco de agua tibia con bicarbonato), una búsqueda rápida de sus letras me ha dado resultados como estos.
"Mi más sentido bésame, bésame, besayuname" ; "Que es triste ser feliz si no es contigo"

A lo mejor este tipo tiene mucho gancho para quedarse con todo el público sensibloide de twitter, y ya de paso es poeta y publicista, pero a mi me da por pensar un poco más. Esa precisión de cirujano, el hecho de haber creado justo algo que le vaya como anillo al dedo a una de las redes sociales más grandes del momento, y, por consiguiente, a las cabezas de sus usuarios...¿qué fue antes, el huevo o la gallina? 

"Rayden" tiene cubriéndole las espaldas un francotirador, y de los buenos. Ha sabido dar exactamente lo que las adolescentes hiperhormonadas necesitaban para llenar, irónicamente, su diario, llamado twitter. Además, ha aprovechado el tirón que han tenido últimamente los youtubers vendiendo sus libros, claramente enfocados a sus fans más acérrimos (los únicos capaces de comprar tal basura, supongo), para colar el suyo, con la misma finalidad. Mismo rifle, distinto objetivo. Esta gente no falla cuando pone el objetivo en la mira. Y por cada libro que pasa por caja aprietan una vez más el gatillo, para luego tirar otra vez del cerrojo y volver a empezar. Metódico, silencioso, preciso y letal, como un verdadero francotirador.



viernes, 29 de mayo de 2015

El Francotirador


"El Francotirador", de Clint Eastwood, fué una de las películas más polémicas del 2014, ahora explicaré por qué, pero antes de hablar del borreguismo moderno, voy a escribir sobre la película en sí.

En general, "El francotirador" es la historia del hombre más letal del ejército de los EEUU, el francotirador Chris Kyle (aunque, si lo que cuenta la película es verdad, estuvo mas tiempo con la carabina en la mano que con el francotirador en el suelo). Kyle es interpretado por Bradley Cooper, que también produjo la película, y que hace un papel genial. Aparte del cambio físico, Cooper habla, se mueve y gesticula como el verdadero francotirador.

La película es lineal y la trama no presenta mayores complicaciones, aunque sí recuerda a la oscarizada "En tierra hostil" (esta última me pareció superior). No vamos a decirle a Eastwood, con sus casi ochenta años que tendrá (si no son más incluso), como colocar las cámaras para grabar una película, o vamos a enseñarle al tercer actor mejor pagado de Hollywood (y, por cierto, mejor actor que los dos mejor pagados) cómo interpretar un papel. La polémica viene, en este caso, por el tinte patriótico de la película.

No sé que esperan encontrar cuando van al cine a ver una película de un francotirador americano, pero yo no tendría mucha fe en encontrar fotos del Che Guevara. El caso es que como el protagonista es un soldado, las grandes mentes no dudan un segundo en calificar la película como apología a este señor. Qué será de esta gente cuando vayan a ver una película de la II G.M, deben de pensar que está el mundo lleno de directores nazis.

Dejando de lado los ideales que puedan tener Cooper y Eastwood, la película está concebida, o al menos a mí me lo parece, como cualquier otro biopic (mas allá del target que tiene esta película, muy marcado, evidentemente), sin más intención que la de mostrar, de una manera entretenida, una vida que merece ser contada. Y si la vida del mejor francotirador de la historia no es interesante, pues no sé que mas puede serlo.

Y es que los ideales de los productores, en caso de estar ahí, no se manifiestan tan activamente como algunos quieren hacer ver. Evidentemente que salen banderas americanas de vez en cuando, y salen muchos soldados, y sólo se nos cuenta un lado de la historia, pero es que es la historia de un soldado americano. Son exigencias del guión, es de lo que trata la película mismamente. Si quiero contar la vida de Hitler, no puedo ir diciendo cada cinco minutos lo malo que fue, ni puedo evitar mostrar la figura de la esvástica. Si en vez de contar lo que pasa, cuento lo que me interesa, estoy deformando la realidad, y no de una forma artística, sino de una forma política.

De hecho, la película hace bastante hincapié en las consecuencias que la guerra tiene para la vida de este hombre, que se va rompiendo a lo largo del metraje.Al final acaba completamente destrozado mentalmente. A mí me parece una buena representación del "lado oscuro" de la guerra, bastante objetiva, lejos del la versión idealizada y videoconsolera que algunos parecen ver. El lenguaje cinematográfico también cambia adaptándose a la situación, por ejemplo, la ambientación de las escenas de la boda no tiene nada que ver con la representación sombría y atormentada del protagonista que las cámaras hacen ver al final. De hecho, Kyle acaba llevando siempre una gorra en el tramo final de la película, incluso en interiores. ¿Nadie se ha parado a pensar por qué?

Todo esto muestra un gran problema que tiene la sociedad de hoy en día. La mayoría no es capaz de diferenciar qué es realidad y qué es ficcion, donde acaba la película y donde empieza la política, donde acaba la política y donde empieza la ficción. Por eso algunos preguntan a John Irving cuánto tienen de autobiográficas sus novelas, otros tachan a Eastwood de fascista, y nosotros acabamos con una alcaldesa que dice "Hemos ganao por tos vosotros". A lo mejor la solución es ver un poco más de cine.

Aquí, cualquiera con la vista sana como para ver películas se cree que ya sabe de cine, cuando, en el mejor de los casos, igual sólo sabe de películas.               -El Chico Morera


miércoles, 25 de marzo de 2015

Literatura

Hace mucho que no escribo, y de hecho tengo unas siete u ocho películas que debería comentar. Pero me ha llegado antes un mensaje de WhatsApp que la inspiración, y el mensaje en cuestión me ha inspirado. La calidad literaria que tiene el pequeño texto no merece quedarse en una pantalla de teléfono, así que lo copio y pego tal cual.

Pues hoy teníamos excursión a Segovia, y creo que es la vez que mas frío he pasado en toda mi vida. He intentado seguir al grupo, arrastrando mi moribunda figura, que se retorcía en mil contracturas con cada temblor (me pusieron brackets y se me han saltado la mitad de tanto tiritar). Al cabo de un periodo de tiempo que no me atrevo a adivinar, pues probablemente quedé inconsciente varias veces, mantenido en pie sólo gracias a la rigidez de mis músculos helados; llegamos a un parquecito en el que el grupo se detuvo. Cuado les alcancé sólo pude decir: "Dejádme morir" y me eché en el discutible interior de uno de los columpios, esperando mi inevitable "continuara...". Y mientras observaba, con sólo un ojo medio abierto, como la sombra de los perfiles de la construcción se definían y difuminaban según las nubes descubrían o tapaban un débil sol de invierno tardío, me dió por recordar todo lo bueno que me había dado mi empeño en vivir y que ahora, ese horrible frío, me obligaba a dejar atras, deshauciándome de mi propio cuerpecito. Y entre tantos recuerdos encontré uno de los peores tópicos que he soltado en mi vida: Hace cerca de seis años mi amigo Andrés me presentó a cierto chico, al que saludé con la frase "los amigos de mis amigos, son mis amigos", y aun en mi casi-lecho de muerte me arrepentí de tan simple presentación para todo un gentleman e incipiente intelectual como resultaste ser tú, Hervás. Mi consciencia despertó de su sueño criogénico en el interior de una cafetaría de condiciones térmicas mucho más apripiadas para la vida que las del exterior. Acabada la excursión y tras dos horas de autobús y otra media esperando a mi madre en la puerta de casa porque no tenía llaves me dije: Coño, hace un montón de tiempo que no veo a Hervás. A ver si hablo con él por whatsapp y me cuenta cómo le va. Así es que aquí está mi mensaje de re-presentación. Yo siempre tan sencillo.

Da gusto poder conocer a gente tan diestra con el manejo de la lengua. En un mensaje escrito con el móvil hay más talento del que algunos podemos mostrar con papel y lápiz. Por suerte, siempre nos queda poder leerlo.

sábado, 21 de febrero de 2015

Por la palmadita en la espalda


Más de medio millón de visitas lleva ya el vídeo que he puesto arriba. En él, un chaval de unos 15 años decide tragarse un pez (!) como celebración por haber conseguido un número de suscriptores en YouTube. (Voy a ignorar por completo los comentarios que aparecen a lo largo del vídeo, porque no me hacen gracia y además no dicen nada interesante)

Este sujeto llega muy convencido a un erohki de que va a comparse un pez para comérselo. Pero se equivoca de sección y, en vez de por la pescadería, se pasa por la tienda de animales. Se compra un pez negro, al que da un mote muy gracioso, en caso de que tu edad vaya de los nueve a los doce años. Con el bautizo que hace este tipo al pez ya podemos intuir que su fuerte no es el humor, y tampoco lo es la originalidad. Entre la música dubstep que suena cuando va a la tienda y la brutal perspicacia de la que hay que estar dotado para conseguir ese mote para el pobre pececillo, uno empieza a sospechar que puede estar preseciando al próximo Stephen Hawking.

Pero el intrépido pescador no nos deja ni un segundo para coger aliento y, tras una inteligentísima conversación con sus compañeros de flota, echa al pez en un vaso de fanta (al menos cuando se lo tragó ya estaba muerto) y, tras unas cuantas complicaciones en el último momento, se traga al pez, no sin antes mancharse la sudadera, los pantalones, y la dignidad. Y ahí acaba el vídeo original, gracias a Dios.

Después de este festival de emociones yo ya no sé que pensar. Por un lado tendremos a unos padres orgullosísimos de que su hijo se gaste el dinero en peces para tragárselos y subirlo a YouTube. Por otra parte, están los amigos del chico en cuestión, que parece el chungo del grupo. Si el que come peces con fanta es tonto, mejor no pensar en qué serán los que le ríen las gracias.

Y ese es el problema que tiene este chaval, que le ríen las gracias. Nadie en su sano juicio se traga peces por diversión, Este tipo lo ha hecho por una razón muy concreta, y es buscar el aplauso (es una manera un poco tonta, sí, pero no parece que le podamos pedir más) . Me explico, al chaval no le hace feliz tragarse peces, le hace feliz ver como la gente le admira por ello, de hecho, en el mismo vídeo comenta que si le dan nosecuantos likes, se traga otros cinco. Y lo confirma más tarde en otro vídeo (también incluido en el de arriba), en el que la gente le critica (lógico),  y él se defiende, irónicamente, diciendo que le da igual, que va a hacer lo que le dé la gana. Será que beber pez con fanta es un hobby como cualquier otro.

"Estamos en esto por la palmadita en la espalda", dice Jake Green en Revolver (Guy Ritchie, 2005). Ése es el problema que tiene la sociedad actual. Somos adictos a la aprobación ajena, la toma de decisiones individual hoy en día ya no existe. Cada uno se somete a ella como quiere, ya sea sacando buenas notas porque se lo dicen sus papás, comprándose un coche muy bonito porque le da envidia al vecino, o bebiendo peces porque a algunos desconocidos en YouTube les puede hacer gracia. Éste chico no es más que un reflejo satírico de nuestras vidas, pero no lo sabemos. Por eso tenemos el coraje de criticarle.


Somos monos en trajes suplicando por la aprobación de otros                                                                                                                                                   Jake Green, Revolver




sábado, 7 de febrero de 2015

Blade Runner // Fury


Cuentan los amigos de Lampedusa, autor de "El Gatopardo" (que, por cierto, también tiene versión en el cine), que se temía que lo que había escrito fuera "una porquería". La novela, pese a que fue aclamada por la crítica una vez publicada, fué rechazada por dos editoriales antes de ser lanzada al público.Y cuenta Javier Marías en "Vidas escritas" que a muchos de los grandes autores de finales del XIX y principios del XX no les gustaban muchas grandes obras literarias, consideradas clásicas hoy en día (aunque, curiosamente, a casi todos les encantaban Cervantes y Shakespeare). Y, ¿por qué cuento yo todo este rollo? Pues para poner la venda antes de la herida. A mi no me gusta Blade Runner.

Blade Runner (Ridley Scott, 1982) es considerada como la gran película de ciencia ficción, vaya usted a saber por qué. En un futuro distópico (tema que hoy en día se está ya sobreexplotando, quien sabe si por influencia de películas como esta), los robots, llamados replicantes, son más fuertes y más listos que los humanos. Trabajaban como esclavos hasta que un grupo de ellos se rebela, se lía parda y los humanos se dan cuenta de que hay que pararles los pies o nos esclavizan ellos a nosotros. Para detenerles les expulsan de la tierra y mandan a un grupo de policías, los "Blade Runners", a cazar a los replicantes que no hayan acatado la orden.

Con estas premisas aparece Harrison Ford interpretando a un policía retirado al que prácticamente le fuerzan a salir de su retiro para parar a unos replicantes bastante chungos que se están cepillando a todo el que pillan por delante. El hombre acepta a desgana, y también vive a desgana. Este tipo es la persona mas sosa, plana y poco interesante de la historia del cine. El hombre no hace mas que beber mucho whiskey, lamentarse de vez en cuando del fregao en el que le han metido y poner siempre la misma cara. Ah si, y resulta que se enamora de la tía esta que he puesto al principio de la entrada, que, sorpresa, es replicante.

Mientras nuestro policía está haciendo el canelo toda la peli, por el otro lado tenemos a un rubio muy chungo que se va cargando a todo el mundo no se sabe muy bien por qué, suponemos que porque es malo. O por que le jode mucho todo el rollo de no ser inmortal, pero a mi también y no voy por ahí pegando a señores que fabrican ojos. Si el lector goza de una excepcional perspicacia, podrá haberse percatado de que el argumento no resulta excesivamente atractivo. Todo esto ocurre con una falta de ritmo que aburre hasta a las ovejas (nunca mejor dicho) y con planos aburridísimamente largos de una ciudad que tiene unos callejones muy transitados y está muy oscura, y se supone que tiene que ser angustiosa, o dar pena, o algo así. A mí solo me dan ganas de cerrar los párpados.

Llegando ya a los útlimos veinte minutos de película yo ya tenía todas mis esperanzas puestas en el final. Llegamos a una persecución tipo "El resplandor" y, cuando el rubio ya tiene al policía para cargárselo, resulta que no. Después de que se ha recorrido medio universo masacrando a todo el mundo por que sí, cuando tiene en las narices al bueno de la película, que es el único que ha hecho algo por matarle, suelta una gilipollez pretenciosa brutal sobre lágrimas en la lluvia y estrellas en Orion, y se muere ahí mismo.Pero esto qué es, diría Matías Prats.


O sea, que Ridley Scott me ha tenido dos horas viendo planos de una ciudad muy oscura, de Harrison Ford con cara de palo y de un rubio y sus amigos malotes asesinando inocentes para que al final, nada. El intento de plantear la pregunta sobre la inteligencia de las máquinas, y la línea que diferencia máquina y humano ya se hizo en "2001" cien veces mejor. Total, que al final se va Harrison Ford con la tía replicante y viven felices y comen perdices. O no, porque resulta que pretenden que me crea que el poli también es un replicante, pero llegado a este punto ya no podía interesarme menos la película, como para encima intentar enterarme de algo que no tiene ni pies ni cabeza.(2/5)
Pero fueron escasos los que no supieron apreciar la dificultad que tiene Scott para narrar con sencillez una historieta tan simple - Diego Galán, El País

 Más recientemente he visto "Fury", aquí traducida como "Corazones de Acero", que no tiene nada que ver,Está dirigida por David Ayer, y con Brad MACHOTE Pitt en el papel del protagonista. Tampoco me parece que tenga suficiente tela que cortar como para hacer una entrada independiente, así que comento lo que me ha parecido brevemente.

La película se sitúa en la II G.M y trata el archirepetidísimo tema de soldado panoli llega al ejército y sus compañeros le hacen "bullying". Con este argumento uno casi se ve venir el final, lo que no se espera es que llegue de una manera tan estúpida. Tampoco hay mucho más que comentar, esta película ya se ha hecho antes y se ha hecho mejor. Muy buena dirección artística, buena interpretación de Brad MACHOTE Pitt, personajes planos y acartonados (¿se empieza a entender lo de MACHOTE?)...el desarrollo es demasiado lento para ser una película de acción, la película es demasiado estúpida como para ser seria.Y el final es el más absurdo que he visto en mucho tiempo. (2.5/5)
Ideals are peaceful. History is violent - Sgt.Wardaddy

miércoles, 4 de febrero de 2015

Slumdog Millionaire



Ocho premios Oscar resulta que tiene la película. A mí que me lo expliquen, porque no los veo por ningún lado.

Slumdog Millionaire es la historia de un indio que va a "Quién quiere ser millonario" y acierta todas las preguntas. Esto le parece muy sospechoso a la policía india y deciden torturarle (!), no vaya a ser que gane. Ya de paso, mientras intenta probar su inocencia demostrando por qué se sabia las respuestas, pues nos cuenta su vida.

Resulta que el indio con cara de empanado ha vivido más penurias que un anuncio de UNICEF. Y ese es el problema, que la película parece un anuncio de una ONG. Durante la mayor parte del largometraje se nos quiere hacer ver la situación de los niños en la India, donde algunos tienen que pedir para poder comer, están controlados por las mafias y son tratados como mercancía. Pero en vez de solo hacernos ver, la película quiere hacernos sentir, y me toca la moral que me digan lo que tengo que sentir, ya sea en forma de risas enlatadas en las comedias, de violín triste en los dramas, o como esta película, que se empeña mas en darme lástima que en mostrarme una realidad objetiva. "Ciudad de Dios", película en la que Slumdog Millionaire parece inspirarse, no saca a niños pequeños empanados con cara de pena a ver si cuela y al espectador le salta la lagrimilla, simplemente cuenta una historia no real, pero si verdadera, de un chico normal en un ambiente hostil. Y lo hace maravillosamente bien.

Slumdog Millionaire, en cambio, muestra unos personajes inestables y poco profundos, que lo mismo son colegas del protagonista como le dan una puñalada en la espalda, y con la misma naturalidad con la que son amigos, en la siguiente escena son enemigos. El protagonista, para haber pasado por lo más desagradable que tiene la humanidad, es un "Bartolo" de cuidado, que con su cara de tonto luego resulta que viola camioneros en la M-30. Se nos muestra engañando a turistas americanos sacándoles los cuartos pero luego tiene una actitud pasiva y casi sumisa. Pues lo siento, pero no me lo creo.

Y para terminar la crítica, vamos a hablar de cómo termina la película. Después del final, que ocurre en la India pero se ve venir desde España, hay una ¿autoparódica? escena de créditos en la que salen el protagonista y su novia (que, por cierto, mientras el otro la buscaba, se estaba enrollando con medio Nueva Delhi) ejecutando una coreografía al estilo de los backstreet boys o los vídeos de K-pop, en medio de una estación de tren.

La película no es tan mala como probablemente hace ver la crítica, pero me molesta que se premie y se valore más a estos pseudodramas sensibloides de lágrima fácil que a películas buenas.Por ejemplo, "Drive" solo recibió una triste nominación al mejor sonido. Mientras tanto, si sacas indios cieguitos, te caen ocho. (2.5/5)

Whiplash // Nightcrawler


Damen Chazelle presentó en 2013 un corto sobre un batería de jazz y su estricto profesor en el conservatorio. A partir de idea, de unos 13 minutos de duración, rodó este largometraje, titulado Whiplash, y protagonizado por Miles Teller, que resulta ser uno de los amigos de Tris en la desastrosa "Divergente". Afortunadamente, aquí el chico hace un papel mucho mas digno.


Junto con J.K. Simmons conforman la pareja principal de la película, al estilo del sargento de artillería Hartman y el recluta patoso ("La chaqueta metálica", 1987). Aquí no hay donuts de por medio, pero a efectos es casi lo mismo. Solo que, ésta vez, el recluta es de todo menos patoso, y, de hecho, se toma bastante en serio el mundo de la batería.

Y ésta es la gracia de la película. Lo normal es pensar que un batería de jazz no da para una película, mucho menos para una nominada al Oscar, pero Andrew lleva su afición a tal extremo que la convierte en paranoia. Planos de sangre, sudor y lágrimas se repiten a lo largo de la película, empujando un poquito más al abismo a Andrew. Bordeando la línea entre alumno aventajado y genio loco, cae en una espiral descendente de exigencia, acompañada por los golpes de batería de Charlie Parker y Buddy Rich.

"El rock es una piscina, el jazz es todo un océano", decía Carlos Santana. Yo siempre me ahogo en ese océano, y me considero incapaz de comprender el jazz, pero "Whiplash" consiguió despertar mi interés sobre el género. Fué solo durante la duración del metraje, unas dos horas, pero nadé por primera vez en el océano del jazz. Aunque fuera con manguitos.

La única mancha que tiene esta película, el único obstáculo que le impide pasar a ser una de las grandes del cine, es su conclusión ilógica y estereotípica. Andrew está obsesionado con el éxito, ciego a la realidad, al igual que todos los que se centran en algo y se olvidan de vivir, sea ese algo el trabajo, los estudios, o levantarse a la vecina del quinto. Andrew cae cada vez más hondo en el agujero de su propio ego hasta que, deus ex machina, le invitan a un concierto, se marca un solo de batería que ni Dave Lombardo y se acaba la película. Pues vaya. Musicalmente es espectacular, y artísticamente también, pero mientras ruedan los créditos por la pantalla uno no puede evitar sentirse algo decepcionado. La vida no es así, el espectador lo sabe y Chazelle también... pero esto es Hollywood. (4/5)

  • "There are no two words in the English language more harmful than good job" Terrence Fletcher


Además de Whiplash, también he visto Nightcrawler, dirigida por Dan Gilroy e interpretada por Jake Gyllenhaal. Otro director novato y otra buena película, pero esta tiene menos tela que cortar. Buena interpretacion de Gyllenhaal, como siempre (Donnie Darko, Zodiac, Prisoners), el papel de rarito le viene como anillo al dedo. La película es una crítica a la falta de moral de los medios de comunicación, pero tampoco puedo decir nada de esto que no sepamos ya. El dinero manda, y si lo ve gente, hay dinero, así que el protagonista se dedica a grabar lo mas sucio y morboso de la noche de L.A para luego vendérselo a las cadenas de televisión. Retorcida, oscura, bien dirigida y fantásticamente interpretada. (3.5/5)
  •  "Pero recuerden que jamás les pediría algo que yo no haría" Lou Bloom